Los Piojos fue una banda de rock argentino formada en 1987. Oriunda de El Palomar, en el Gran Buenos Aires. De todas las bandas surgidas durante la década de los 90, Los Piojos se erigieron como una de las más populares hasta incluso después de su separación, no sólo por su poder de convocatoria, sino también por una discografía de carácter sólido que fue cada vez haciéndose más personal.
EN septiembre de 1986 en el Colegio Bernardino Rivadavia de El Palomar, Miguel Ángel Rodríguez (Miki), estaba aprendiendo a tocar el bajo. Al costado del patio estaba Daniel Buira, que tocaba la batería y algo de percusión y era compañero de Daniel Fernández, quien tocaba bastante la guitarra. Se juntaron y comenzaron a tocar. De inmediato incorporaron a Miguel Ángel Rodríguez en el bajo, Juan Villagra en guitarra Diego Chávez en voz y Rosana Obeaga en Coros.
Dieron vida a la formación inicial de Los Piojos de Los piojos del submundo, una canción de Fabiana Cantilo y los Perros Calientes. Los cuatro eran, seguidores de aquella banda y de tanto ir a sus recitales terminaron trabajando como plomos. Al principio era puro caradurismo, como suele suceder en la mayoría de las "banditas de barrio" que apenas embocan la nota en el encordado de la viola. Pero sin desanimarse partieron en búsqueda de fechas para hacer un par de covers de “The Rolling Stones” y hasta un tema propio “Siempre Bajando”. Buscaron y buscaron hasta que encontraron en los escenarios ya desaparecidos de “Caras más Caras” y “Mc. Kartur”.
Pero a Villagra le costaba ser de la partida y fue remplazado por Pablo Guerra, que era amigo de Daniel Buira. Era difícil organizarse porque siempre había uno que no se comprometía tanto como el otro. Era el caso por entonces de Miguel Ángel, que desaparecía cada tanto. Entonces Pablo Guerra trato de solucionar el inconveniente y propuso traer a otro pibe que los sacara del apuro. Así aparecía Andrés Ciro Martínez para ser el suplente de Miguel Ángel en el bajo. Pero duro poco y nada porque Miguel Ángel volvió a ponerse las pilas con la banda. Aunque a Andrés Ciro no lo echaron. Siguió participando de los ensayos del grupo, pero ahora como músico invitado. Todos sabían que este joven de solo 20 años tenía buena voz, facilidad para componer música y además estudiaba teatro.
Diego Chávez no participaba tanto en los proyectos del grupo y Pablo Guerra sugirió que Andrés Ciro se hiciese cargo de la voz. Todos quedaron convencidos al verlo cantar una versión con armónica y guitarra criolla del “Blues del traje Gris”. Ya no habían dudas: Andrés Ciro era lo que necesitaba la banda. A partir de ese momento empezó una nueva etapa en la vida de Los Piojos.
Ensayaban horas y horas en sus casas. Andrés Ciro no tenía amplificador y enchufaba su micrófono al de las violas de Pablo y Daniel. Y Daniel Buira tenía una batería de industria nacional que se le destacaba. Durante finales de 1989 y principios de 1990 comienzan sus presentaciones en pequeños escenarios del rock porteño y bonaerense. El repertorio iba de algunas canciones propias como El blues del gato sarnoso, Ay qué maravilla) a covers de los Stones y Lou Reed. En 1990 el grupo resultó elegido banda revelación por “Los Redondos de Ricota” quienes habían presenciado varios de los shows del grupo, e incluso el guitarrista Skay subió a acompañarlos en algunas ocasiones. A esa altura muchas caras eran más que figuritas repetidas en el público, que cada vez se adhería con mayor fidelidad a la propuesta piojosa.
Hacia fines de ese año, Pablo Guerra abandono el grupo por una propuesta de Los Caballeros de la Quema, banda que estaba dirigida por Ivan Noble, que por entonces parecían proyectarse mejor. Inmediatamente lo reemplazaron por Gustavo Kupinsky, quien era violero de Los Sabuesos y conocía a la banda. Ese adolescente, que solo tenía 17 años, tocaba la viola desde los 10, había formado parte del Club de fanes de “The Vétales” y pasaba su tiempo escuchando Jazz, Tango y Blues. Con esas características se transformó en una herramienta fundamental para la banda, más aún por su idea de ensamblar estilos musicales. Poco después hicieron una fecha con "B" en Babilonia. No fueron muchos los testigos que aguardaron hasta las 5 de la mañana para escuchar el rocanrol de Los Piojos. A toda esta movida vertiginosa se seguía sumando el apoyo por parte de Patricio Rey. Fue así que la Negra Poly, manager ricotera, le recomendó al productor, Gustavo Gauvry, de DBN, que se acercara a ver un show de sus “Niños Mimados” en el local llamado “Boa Vista”. Aquella vez, como tantas otras volvió a subir a Skay Beilinson al escenario como para que quedase sellado un padrinazgo absoluto sobre los pibes del Palomar. Gauvry se interesó por ellos y enseguida les ofreció la edición y distribución de Chactuchac, el primer disco, que estuvo en la calle en 1992.
La ilusión de grabar su primer disco ya venía haciéndose carne cada vez más y más. La idea para el primer disco fue utilizar todo lo compuesto entre 1988 y 1992, todo lo que hacían en vivo, lo conocido. Fue la primera experiencia en grabaciones de estudio. Y fue en el invierno de 1992, cuando ingresaron por primera vez a un estudio. En ese corto lapso registraron Chactuchac, su primer disco. Éste logró llamar la atención, gracias a su variedad, por un lado Los Mocosos y la versión roquera del tango Yira yira, y por otro las románticas Tan sólo y A veces. Los Piojos trataban de tocar todos los fines de semana, y no les fue nada mal. El año 1993 se caracterizó por la gran cantidad de presentaciones en vivo, incluyendo una gira por el interior. Sus shows también cambiaron. Ya empezaban a colgarse las primeras banderas, los más desaforados invadían el escenario para bailar con Andrés Ciro, las chicas del público se renovaban fecha a fecha y la banda crecía cada vez más.
Ay ay ay, el segundo disco de la banda, aparece a finales de 1994. Fue el primer trabajo con el Alfredo Toth y Adrián Bilbao como guías. Ellos les imprimieron una buena dosis de trabajo, haciéndolos ensayar un mes antes de entrar al estudio. El tema que le da nombre al disco duraba en vivo entre quince y veinte minutos, y no podía grabarse de esa forma.
La formación tampoco era la misma, con la deserción de la tecladista Lisa Di Cione, el quinteto quedó conformado por: Andrés Ciro Martínez en voz y armónica, Daniel Fernández con la guitarra y en coros, Miguel Ángel Rodríguez en el bajo y en coros, Gustavo Kupinski en guitarras y coros y Daniel Buira en la batería y percusión. Este segundo disco de Los Piojos fue dedicado a Diego Armando Maradona. Nacía un amor. Como lanzamiento del disco filman su primer videoclip para el tema Babilonia. A partir de ahí, tanto el personal estilo del grupo como las interesantes letras de Andrés Ciro Martínez, comienzan a trascender las fronteras y sus temas, a sonar en radios no alternativas. La escenografía en los escenarios, trabajada para cada fecha, ya era costumbre. El color rojo del segundo disco, llenaba los ojos.
El año que marcó a Los Piojos para siempre fue 1996. Reaparecieron con un tercer álbum que los puso al frente de las ventas y los ojos de todo el mundo del rock. Tercer Arco, grabado entre junio y julio, fue el primer disco donde llegaron al estudio a completar temas. Ya empezaban a sufrir el karma del músico: el del contrato musical. Esquina libertad y el tango Gris se terminaron sobre la hora. Fue tambien uno de los discos más exitosos de los 90. En su presentacion, mientras los invitados charlaban con los músicos después de la conferencia de prensa, sonaba el primer corte elegido: El farolito. Este disco fue disco de oro en pocos días y no tardó en llegar al doble platino. "El farolito", fue cabeza de ranking en varias radios y el video clip de "Maradó", tema dedicado a Diego Armando Maradona, posición a la cual también llegó el videoclip de Verano Del '92. Lo que las ventas y los comentarios anticipaban, no tardó en confirmarse. Llegaba un nuevo ritmo, a punto de explotar. El momento de Los Piojos había llegado. En los shows comenzaba a forjarse esa especie de fiesta que la banda denominó "Rituales", y sólo lo entienden los que alguna vez vieron a la banda en directo. Otro acontecimiento llegó a principios de 1997: en julio, dos conciertos a sala llena convocaron a más de 10.000 personas en el Microestadio de Racing Club de Avellaneda.
Durante este tiempo, apareció Azul, el cuarto disco de la banda, que fue editado a comienzos de 1998. Este trabajo, en el cual profundizan otros ritmos rioplatenses como el candombe y la murga, fue presentado en vivo en el Parque Sarmiento y en el estadio de All Boys.
Después llegó Ritual, el quinto disco de Los Piojos, y el primero en vivo, fue grabado durante el mes de mayo de 1999 en el Estadio de Obras. Para el año 2000, Los Piojos perdieron a uno de sus integrantes, ya que se produjo el alejamiento definitivo del baterista de la banda Daniel Buira (reemplazado por Sebastián Cardero) que se retiró después de una pelea con Gustavo Kupinski. La banda se repuso de la pérdida y en los primeros días de julio del año 2000 realizaron la Septrilogía en Obras, donde tocaron varios invitados, como La Renga, Divididos y Viejas Locas. Luego comenzaron la grabación de Verde paisaje del infierno, el siguiente álbum, que se lanzó en octubre del 2000. Luego de una serie de denuncias de vecinos del barrio de Villa Crespo por los ruidos molestos que ocasionaba el show del 20 de octubre del 2001, la banda se tuvo que mudar al estadio de Huracán en donde el cantante de la banda dijo estas palabras: "Nos quisieron cagar la fiesta, pero a 30.000 personas no se les caga la fiesta. Ahora lo quieren meter preso por haber habilitado geriátricos truchos al mismo que nos cagó la fiesta. Lo bueno de que nos la haya cagado, es que hoy estamos de fiesta"
A finales del 2002 lanzaron Huracanes en luna plateada, con 19 temas registrados en los shows del estadio de Huracán, en el Luna Park, en el Polideportivo de Gimnasia y Esgrima de La Plata, en Rosario, en Neuquén, en Córdoba y en Mendoza. En el 2003 fueron el número principal del tercer Festival Cosquín, durante ese mismo año emprendieron su primera gira internacional por España y grabaron Máquina de sangre, estrenado el día 14 de noviembre. La canción Como Alí alcanzó un éxito importante, sonando en todas las radios del país. El 27 de noviembre en el Estadio Único de La Plata congregaron a 55 000 personas dando por terminado un año excelente, pero con aliciente de una operación por parte de Ciro que iba a mantener a la banda por un tiempo alejada de los escenarios.
Durante casi 9 meses donde se rumoreó la separación de la banda y problemas entre el cantante Andrés Ciro y el resto de los músicos lo cual fue negado cuando anunciaron dos shows en Unión de Santa Fe y su presentación en el Pepsi Music. Cerraron el 2005 en la cancha de Boca Juniors ante 70 000 personas recordando temas actuales y los hits que marcaron su historia. Además presentaron tres temas del próximo disco. En octubre de 2006 sacan su primer DVD, llamado Fantasmas peleándole al ciento, con una recopilación de lo mejor de las presentaciones en el Estadio de Boca Juniors, Obras al aire libre y en el Estadio Único La Plata, más una versión de “Cruel” de 1992 en la Facultad de Ciencias Sociales. En 2005 además recibieron el Premio Konex - Diploma al Mérito como una de las 5 mejores bandas de rock de la década.
El 2007 los encontró inaugurando una gira por Mendoza, San Luis y Villa María. En el marco del Quilmes Rock de abril de ese año, Los Piojos fueron acompañados por bandas como Kapanga, El Tri, Ojos de Brujo e Intoxicados. Todo ante la atenta mirada de 50 000 fanáticos. En mayo aparece el segundo DVD del grupo llamado Desde lejos no se ve, el cual incluye entre otros temas El farolito, Cruel, Tan solo y Como Alí, con imágenes de los shows en los estadios de River Plate, Quilmes Rock y Vélez Sarsfield.
El 7 de agosto se lanzó a la venta el noveno disco de Los Piojos: Civilización y su presentacion oficial fue en el Polidepertivo de Mar del Plata. Luego, una gira por todo el país, despidieron el 2007 en La Plata; este concierto fue grabado por Alejandro Lista y Patricio Claypole y se utilizaría por la banda posteriormente. Con un ritual inolvidable para los 35 mil piojosos que allí estuvieron y también para la banda, los problemas con la intendencia de La Plata habían amagado con empañar la velada, pero esto no ocurrió. A pesar de haber tenido que cambiar de escenario en sólo una semana, de que la intendencia no haya cumplido ni una sola de las promesas que había hecho y de que mucha gente se vio perjudicada por la reprogramación, pudo vivirse una fiesta. Fueron casi tres horas de canciones de todos los discos, aunque en rigor haya sido la presentación de Civilización. Como en toda la gira, la puesta en escena fue espectacular y convirtió el recital en un verdadero show, como iba a pasar con sus futuras presentaciones a partir de acá.
El 2008 lo comenzaron en febrero, para cerrar el festival más importante de rock local: el Cosquín Rock. Fueron nominados a los Premios Gardel 2008 en los rubros “Mejor Álbum Grupo de Rock”; “Mejor Diseño de Portada”, “Mejor DVD”, “Ingeniería de Grabación”, “Canción de Año” y “Álbum del Año”. En abril llegaron por tercera vez a River, en el marco del festival Quilmes Rock y tuvo como sorpresa, la invitación de su ex baterista Daniel Buira, quien no tocaba con ellos desde hacía 8 años. Luego del show, decidieron tocar en el Luna Park. Luego de tocar en el mítico estadio partieron rumbo a las tierras del viejo continente, presentaron el disco en España. Los Piojos se presentaron dos veces en España. La vuelta a la Argentina los encontró en Santa Fe, donde se presentaron en la ciudad de Rosario.
Luego, como solía ser su costumbre, anunciaron 4 fechas en el Estadio Luna Park para junio, agotando las mismas sin ningún tipo de publicidad más que publicar las fechas en su página oficial. Una vez realizada esta seguidilla de recitales, después de 20 años, se produciría el alejamiento de uno de los guitarristas del grupo, Daniel Piti Fernández, en septiembre de 2008, para concretar su proyecto, La Franela. Su reemplazante sería la voz del grupo Catimbao de reggae, Juanchi G. Bisio. A finales de septiembre, emprendieron un viaje a Europa, se presentaron en Alemania, España e Italia. Luego de una gran repercusión en el viejo continente, volvieron a la Argentina, para presentarse, en el Quilmes Rock.
Nuevamente el 2009 los encontró en Mar del Plata, para su primera presentación de sus 20 años, con entradas agotadas. Luego, partirían hacia Córdoba, para cerrar el Cosquín Rock 2009. Luego se presentarían en Quilmes Rock. A mediados de 2009, Los Piojos anuncian un "parate por tiempo indefinido", aunque para la prensa y gran parte de la gente, de antemano este sería el último ritual. Durante el tiempo anterior al show crecieron los rumores que iban en esta dirección. Así, el show estaba previsto para el 14 de mayo en el Club Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo por la velocidad con que se agotaron las entradas el show se mudó al Estadio de River Plate. La noticia tuvo tal trascendencia que salió en noticieros y diarios de toda la Argentina, no solo publicitando sin permiso el recital sino también informando que esto sería una separación, cosa que a muchos de los fans les molestó, pero todo parecía ser un final.
El 30 de mayo de 2009, el Estadio de River Plate estuvo repleto, con alrededor de 65.000 personas. Parecía que el recital nunca terminaría, hasta que Andrés Ciro, el líder de la banda dijo: "Tenemos que terminar por quejas de la municipalidad", el set termino con Muévelo, sin antes hacer otra tanda de bises; donde Los Mocosos fue el último tema de Los Piojos que tocaron esa noche, y hasta el momento.
Ciro a los meses de la separación fundó Ciro y los Persas. Junto a él, se sumó el teclista de los Piojos Chucky De Ipola, entre otros músicos. Piti le dio vida a La Franela, aunque desde 2008 tras su alejamiento de la banda. Roger junto a su hermano fundó El Vuelo De La Grulla. Tavo junto a su amigo Pablo Guerra, su cuñado Jonhy Cuellar, y el ex percusionista de Los Piojos Changuito Farías Gómez formaron Revelados a fines del 2009. Luego Tavo se incorporó como guitarrista al grupo Las Pelotas. Luego de la trágica muerte de Tavo, Changuito se sumó como percusionista de La Franela. En 2012 Micky fundó un grupo con jóvenes músicos a la que le dio el nombre de La Que Faltaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario